31-08-01

Gracias a que todavía hay personas que desean vivir "de otra manera", en LOSCOS se ha abierto una  nueva tienda en los bajos del Mesón. COMERCIAL ARIZ reza en la razón social, pero ya todos le dicen Ultramarinos LOLI. Podéis abasteceros de todo, sobre todo las chuches, algo imprescindible para los chicos.
Su marido, Juan, es desde Julio el nuevo Alguacil de Loscos. Cargo este muy necesario en un pueblo como Loscos y que no le va a faltar trabajo. 
Tienen dos niños, muy jóvenes, Loli y Juanito que pronto descubrirán la "otra manera" y que significa vivir en un pueblo.

Otra bienvenida, muy celebrada por todos, es para los nuevos gestores del Horno-Panadería: Mila y Kiko, que han emprendido una labor que todos deseamos fervientemente que les salga muy bien y que nos deleiten con sus labores muchos años. David, que es su hijo, tendrá que poner también su parte para que todo salga adelante.

Estos servicios se unen a los ya veteranos Ramona y Vicente que desde Febrero pasado han puesto en servicio la brasa del Mesón, donde podéis degustar los chuletones y costillas de cordero con sabor caseros de verdad. Ya nos lo demostraron durante la Cena de la Asociación, donde atendieron a mas de cien personas con un servicio digno del mejor restaurador.
Con todos ellos hemos charlado, nos han manifestado su deseo de progresar y en Loscos. De momento, como veis, ya se han hecho socios de Trassierra.
Pues bien gracias a los hijos de Vicente y Ramona (Yeleen), de Loli y Juan (Loli y Juanito) y de Mila y Kiko (David) gracias a ellos repetimos, permanece abierta un año más la escuela de Loscos, que de otra forma hubiera seguido los pasos de otras vecinas, como en Monforte, donde este año han tenido que cerrar por falta de alumnos. Este es un signo casi definitivo de la decadencia de un pueblo, que esperamos tarde muchos años en llegar a Loscos, o no llegue nunca.

Y finalmente, diremos otro adiós definitivo a nuestra querida y entrañable peseta, que como nos dice Ramiro en su trabajo, verá como al final del año tendrá que ir dejando paso al unificador y moderno EURO. 
Una moneda a la que no tendrán problemas para acostumbrarse los nietos, que están a punto de nacer.